Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA
Abril, un mes azul
En 1972, cuando la Sociedad de Autismo promovió el establecimiento de la Semana Nacional del Autismo (que más tarde se convertiría en el Mes de la Concienciación sobre el Autismo y, a partir de 2021, en el Mes de la Aceptación del Autismo), el objetivo era generar concienciación, compromiso y movilización en apoyo de las personas con TEA y sus familias. Los logros han sido importantes, al igual que el aumento de la incidencia de este diagnóstico en la población mundial. Sin embargoquienes viven o conviven con un diagnóstico de TEA saben bien que aún queda mucho por hacer, muchas conciencias por ganar, muchas voluntades por movilizar, muchos entornos por configurar y muchos apoyos por conseguir.
La sociedad en la que vivimos tiende, incluso en estos tiempos, a marginar lo diferente y a avalar sólo lo "normalizado" bajo estándares sin sentido o incluso carentes de funcionalidad. Un diagnóstico cuya prevalencia en Estados Unidos es de 1 de cada 44 (según el informe Autism and Developmental Disabilities Monitoring de los CDC de marzo de 20221) no puede excluirse de la sociedad actual. El acceso a plenas oportunidades de desarrollo personal no es sólo un derecho de las personas con TEA, sino una condición objetiva de una sociedad en la que un porcentaje sustancial de la población está afectado por discapacidades del desarrollo.
Así, comprender las particularidades del espectro, así como su complejidad debería ser imperativo para todas las personas. Y más allá, porque nada hacemos recabando información sin aprender de ella, sin incorporar a nivel individual conductas respetuosas e inclusivas hacia las personas autistas, sin facilitar a nivel comunitario espacios favorables para su desarrollo, sin construir estrategias nacionales que garanticen su participación social, sin homogeneizar esfuerzos para que en cada lugar del planeta se garanticen estos derechos.
Nuestro trabajo como especialistas en Análisis Conductual Aplicado consiste, básicamente, en trabajar con el individuo, a partir de sus necesidades, para que aprenda a ser funcional en todos sus entornos; adicionalmente, los entornos también están obligados a aprender a ser inclusivos, flexibles, conscientes y colaborativos... y en este sentido, aún queda mucho camino por recorrer.
Las personas con TEA y sus familias tienen derecho a sentirse parte de una sociedad que les respeta y les hace visibles. Por ellos, pintémonos de azul en abril y, si es posible, hagámoslo todos los días del año.
1 Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2022). Datos y estadísticas sobre el trastorno del espectro autista. https://www.cdc.gov/ncbddd/autism/data.html