¿Somos lo que comemos?

27.08.21 11:53 AM - Por Cristina Martínez
Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA

Todos hemos oído la frase:
"Eres lo que comes".

Como todas las frases que perduran en el tiempo, se cree que ésta contiene sabiduría construida a partir de la experiencia personal y las confirmaciones de la vida. Este artículo aborda lo mucho que la dieta puede influir en el comportamiento humano, especialmente en el caso de las personas con TEA.
Por: Cristina Martínez M.B.A, M.S, BCBA, LBA

Todos hemos oído la frase:
"Eres lo que comes".

Como todas las frases que perduran en el tiempo, se cree que ésta contiene sabiduría construida a partir de la experiencia personal y las confirmaciones de la vida. Este artículo aborda lo mucho que la dieta puede influir en el comportamiento humano, especialmente en el caso de las personas con TEA.
Los estudios han sugerido que los individuos con autismo, o cualquier otro trastorno del espectro, presentan alteraciones fisiológicas relacionadas con ciertas modificaciones en el microbioma intestinal. Estas alteraciones influyen tanto en los mecanismos bioquímicos como sensoriales que intervienen en el procesamiento y el metabolismo de los alimentos y pueden causar inflamación, aumento de la permeabilidad del intestino, sensibilidad y alergias alimentarias.
Los profesionales del campo del análisis de la conducta han observado una y otra vez lo que se denomina "selectividad alimentaria". Este término se refiere a que los clientes rechazan la comida y limitan la variedad de alimentos que realmente consumen.
Uno supondría que abordar estos temas con un especialista en nutrición sería extremadamente beneficial para prevenir los desequilibrios nutricionales de las personas con selectividad alimentaria. Sin embargo, ¿sabía usted que los terapeutas de ABA también pueden implementar intervenciones para reducir los comportamientos asociados con la ingesta restrictiva de alimentos? Los programas de alimentación se han añadido a los planes de tratamiento para los niños con TEA durante años, mostrando un gran éxito en la reducción de los comportamientos que impiden que un niño consuma los alimentos necesarios para el desarrollo de la salud. Algunos de los comportamientos típicamente asociados a la selectividad alimentaria son la hiperactividad, las estereotipias, el incumplimiento, las protestas verbales y las rabietas. Cuando los padres comunican estas preocupaciones a los clínicos, podemos crear un plan individualizado para el cliente que puede ir desde un enfoque sistemático hasta métodos de enseñanza más naturalistas. Esto puede tener un impacto positivo en los procesos de aprendizaje, el desarrollo del lenguaje, las habilidades de atención y la mejora general del comportamiento.
También se ha investigado mucho sobre las dietas específicas que pueden tener un effecto en los comportamientos y deficultades asociados al TEA. En la actualidad, la tendencia más popular es la dieta sin gluten y sin caseína, que recomienda la ingesta de frutas, verduras y carnes mientras se evitan los productos con gluten y caseína. Los estudios sugieren que estas dos proteínas pueden ser difíciles de metabolizar para algunos individuos con TEA, lo que puede provocar malestar. A veces, los individuos con autismo no pueden expresar adecuadamente su malestar debido a los déficits de lenguaje y comunicación, lo que lleva a comportamientos inadaptados en lugar de expresar los sentimientos. La dieta cetogénica es otra tendencia que recomienda una dieta basada en carne, pescado, huevos, verduras y grasas naturales. El consumo de alimentos de esta categoría parece tener un efecto neuroprotector y antiepiléptico, que puede prevenir daños en el sistema nervioso. Se cree que la dieta especifica de hidratos de carbono restablece la función normal del intestino y evita el desarrollo de microorganismos patógenos. Los alimentos aconsejables para esta dieta son los huevos, el pescado, las verduras frescas o congeladas, etc. Por último, se ha demostrado que los suplementos dietéticos, como el Omega 3 y las vitaminas A, C, D, B6, B12 y el ácido fólico, mejoran los procesos cognitivos.
Por supuesto, no recomendamos ninguna de estas dietas para ninguno de nuestros clientes. La elección de la dieta está totalmente en manos de la persona y/o de sus cuidadores. La selección de una dieta adecuada requiere la orientación de profesionales, incluidos los médicos de cabecera y los especialistas en nutrición. Creemos que conocer las tendencias dietéticas y comprender cómo las características principales del autismo pueden estar asociadas a la ingesta de alimentos es crucial para que los padres puedan tomar decisiones adecuadas para sus hijos. Comprender la causa fundamental de la selectividad alimentaria de un niño puede ayudar a conseguir mayores resultados en los programas de tratamiento ABA.
Nuestros antepasados fueron sabios al afirmar que somos lo que comemos, y nuestro principal objetivo es servir un plan que ayude a nuestros hijos a ser felices y saludables.

Bibliografía recomendada:

Bibliografía recomendada:

Núñez Santiago, P. (2020). Nutrición y trastornos del espectro autista. https://hdl.handle.net/11441/103303

Cekici, H. y Sanlier, N. (2019). Enfoques nutricionales actuales en el manejo del trastorno del espectro autista: Una revisión. Neurociencia nutricional, 22(3), 145-155. https://doi.org/10.1080/1028415X.2017.1358481

Eloisa Arandia

M.S., LMHC, LMFT, BCBA, LBA

Sobre el autor:

Director clínico de ABS

Desarrolla y coordina el programa ABA mediante la realización de supervisiones directas y remotas, la formación del personal y el seguimiento continuo de los servicios. Monitoriza, además, las supervisiones individuales/grupales, en cumplimiento de las normas de la BACB y los protocolos de la Agencia. Durante más de 20 años ha apoyado a innumerables niños, adultos y sus familias.

Eloisa Arandia

M.S., LMHC, LMFT, BCBA, LBA

Sobre el autor:

Director clínico de ABS

Desarrolla y coordina el programa ABA mediante la realización de supervisiones directas y remotas, la formación del personal y el seguimiento continuo de los servicios. Monitoriza, además, las supervisiones individuales/grupales, en cumplimiento de las normas de la BACB y los protocolos de la Agencia. Durante más de 20 años ha apoyado a innumerables niños, adultos y sus familias.

Cristina Martínez