
Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA
Coautora: Ariadna Martin,
MS
Facilitar las salidas públicas con estrategias ABA (II)
Este blog continúa donde lo dejamos en nuestra última entrada, donde exploramos cómo el Entrenamiento en Comunicación Funcional (FCT) puede ayudar a hacer los viajes más manejables. Enseñar a los niños a pedir lo que necesitan es un gran paso, pero ¿qué pasa cuando estás en público y los comportamientos desafiantes siguen apareciendo?
No es el único. Todos los padres se han enfrentado al temido momento: su hijo empieza a llorar, a gritar, a tirarse al suelo o a intentar huir, y usted está en medio de Walmart. Es estresante, agotador y, sinceramente, muy duro.
¿La buena noticia? ABA ofrece herramientas prácticas de ayuda. En lo que respecta a las rabietas en público, existen varias estrategias que pueden ayudarle tanto a usted como a su hijo en ese momento y evitar que esos momentos difíciles se repitan con tanta frecuencia en el futuro.
Desglosémoslo en seis áreas clave:
1. Comportamientos objetivo: Sepa a qué se dirige
El primer paso para manejar las rabietas es identificar claramente qué comportamiento se está trabajando. Puede parecer sencillo, pero ser específico te ayuda a ser coherente y a que tu hijo entienda lo que se espera de él.
Piénsalo así:
- ¿Cómo es la rabieta?
- ¿Qué partes del comportamiento es más importante abordar?
Ejemplos:
- Llorando a gritos
- Gritar o chillar
- Lanzar objetos
- Golpes o patadas
Tener claros los comportamientos que desea cambiar prepara el terreno para el éxito.
2. Comportamientos de sustitución: Enseñar una forma mejor
En lugar de limitarse a decir "no grites", el ABA se centra en lo que tu hijo puede hacer en su lugar, utilizando métodos de enseñanza estructurados y basados en pruebas. Ahí es donde entran en juego las conductas de sustitución.
Son formas socialmente adecuadas de que tu hijo comunique sus necesidades o sentimientos. Enseñar y reforzar estas habilidades puede reducir con el tiempo la necesidad de rabietas.
Ejemplos:
- Decir "ayuda, por favor" en lugar de llorar
- Pedir un descanso en lugar de salir corriendo
- Decir "estoy frustrado" en lugar de golpear
El objetivo es dar a su hijo herramientas que pueda utilizar, incluso en situaciones de estrés.
3. Modificaciones de los antecedentes: Preparar el terreno para el éxito
A veces, las rabietas se producen por factores ambientales desencadenantes: cambios inesperados, demasiado ruido o expectativas poco claras. Las estrategias antecedentes ayudan a reducir las probabilidades de que se produzca una rabieta haciendo que el entorno sea más predecible y propicio.
Ejemplos:
- Tenga una lista o fotos de las cosas que va a comprar para compartirlas con su hijo.
- Utiliza temporizadores visuales para las transiciones ("5 minutos más en el parque").
- Elimine las distracciones innecesarias en entornos muy concurridos.
- Avise antes de los cambios de rutina ("Primero vamos de compras, luego al patio").
4. Estrategias de refuerzo: Captar los momentos de calma
Cuando su hijo maneje bien un momento difícil, hágaselo notar. Reforzar el comportamiento positivo enseña a su hijo que las respuestas calmadas y adecuadas merecen la pena.
Ejemplos:
- Ofrezca una ficha o pegatina por mantener la calma durante una transición.
- Elogiar: "He visto cómo has respirado hondo: ¡buen trabajo!".
- Deja que elijan una pequeña recompensa después de una salida en la que se hayan quedado contigo.
Recuerde: el refuerzo funciona mejor cuando es específico, inmediato y significativo para su hijo.
5. Extinción: No premies la rabieta
A veces, las rabietas continúan porque se refuerzan involuntariamente, como cuando un niño llora y acaba consiguiendo lo que quiere. En ABA, la extinción significa dejar de reforzar la conducta que se intenta reducir.
No significa ignorar a su hijo, sino no dar al comportamiento la respuesta que solía obtener.
Cómo se ve en la práctica:
- Si su hijo llora para que le dé un tentempié y usted suele ceder, intente decirle con calma: "Ahora no", y manténgase firme.
- Mantenga un tono y una expresión facial neutros: hable menos, mire menos a los ojos y reaccione con menos emoción.
- Prepárate para que el comportamiento empeore antes de mejorar (esto se denomina explosión de extinción).
- Emparejar siempre la extinción con el refuerzo del comportamiento adecuado
6. Desarrollo de habilidades de afrontamiento: Construir herramientas emocionales
Las rabietas suelen producirse porque los niños aún no han aprendido a gestionar los grandes sentimientos. Enseñarle estrategias de afrontamiento sencillas y adecuadas a su edad puede ayudar a su hijo a regular las emociones de forma más eficaz con el tiempo.
Ejemplos:
- Practica la respiración profunda ("Huele la flor, apaga la vela").
- Utiliza herramientas tranquilizadoras, como juguetes inquietantes o auriculares que reduzcan el ruido.
- Crea una breve rutina tranquilizadora que puedan hacer en cualquier lugar (por ejemplo, contar hasta diez, abrazar a un peluche).
Cuanto más practique su hijo estas herramientas en momentos de calma, más probable será que las utilice cuando las emociones se disparen.
Puesta en común
Supongamos que te vas del parque y tu hijo empieza a llorar y a gritar. He aquí cómo podrían desarrollarse estas estrategias:
- Ha avisado con 5 minutos de antelación (modificación del antecedente).
- Cuando su hijo llore, dígale "¿un minuto más?" (conducta de sustitución).
- Ellos usan la frase, y tú dices: "¡Buena pregunta! Un minuto más y nos vamos". (refuerzo).
- Cuando llega la hora de irse, empiezan a llorar de nuevo. Mantén la calma, evita ceder (extinción) y ofrece un recordatorio de respiración profunda (habilidad de afrontamiento).
- Cuando se hayan calmado, elógialos: "Gracias por salir conmigo. Ha sido difícil y lo has conseguido". (más refuerzo).
Estos momentos no siempre son fáciles, pero con la práctica mejoran.
No está solo
Las rabietas en público son duras, pero también son momentos de aprendizaje. Con constancia, planificación y los apoyos adecuados, puedes ayudar a tu hijo a aprender a manejar mejor la frustración, expresar sus necesidades y gestionar sus emociones.
Y recuerde: su equipo ABS está aquí para ayudarle. Estamos contigo en esto.