
Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA
Coautora: Ariadna Martin,
MS
¿Refuerzo o soborno?
¿Alguna vez le has prometido un capricho para que se vaya a dormir? ¿O le has dado el iPad en plena rabieta para mantener la paz? A todos nos ha pasado.
En el Análisis de Conducta Aplicado (ABA), a menudo hablamos de la diferencia entre refuerzo y soborno. A primera vista, pueden parecer lo mismo, pero entender la diferencia puede tener un gran impacto. Puede influir en la forma en que su hijo aprende, en cómo afronta los retos y en cómo crece con el tiempo.
Analicémoslo juntos y veamos cómo pequeños cambios en su enfoque pueden conducir a grandes victorias para su hijo.
¿Qué es el refuerzo?
El refuerzo es una estrategia utilizada para aumentar la probabilidad de que un comportamiento se repita en el futuro. En el Análisis Aplicado de la Conducta (ABA), existen dos tipos principales de refuerzo: el refuerzo positivo, que consiste en presentar un estímulo reforzante inmediatamente después de una conducta deseada; y el refuerzo negativo, que consiste en eliminar o reducir un estímulo aversivo después de la conducta, con el mismo objetivo de aumentar su frecuencia. Desde la perspectiva de los padres, el refuerzo positivo puede entenderse como dar al niño algo que le resulte agradable justo después de haber realizado un comportamiento adecuado, con la intención de fomentar que ese comportamiento se repita en el futuro.
Piénsalo así:
Tu hijo limpia sus juguetes, choca los cinco y pasa unos minutos con la tableta.
Piden ayuda con calma en lugar de gritar, y tú les dices: "¡Qué bien lo pides!" y les ayudas enseguida.
El refuerzo enseña a su hijo que ocurren cosas buenas cuando utilizo comportamientos positivos. Es predecible, claro y ayuda a crear hábitos saludables.
¿Qué es el soborno?
El soborno suele producirse en medio de un comportamiento problemático y es más bien una solución rápida.
Así es como podría verse:
Tu hijo está gritando en el supermercado, así que le dices: "Si dejas de llorar, te compro un caramelo".
Están lanzando juguetes, así que les dices: "Podéis ver un programa si os calmáis".
En este caso, tu hijo aprende: Si me porto mal, puede que consiga lo que quiero. Aunque funcione en el momento, la lección a largo plazo no es útil y el comportamiento puede volver con más fuerza la próxima vez.
Las principales diferencias
Refuerzo
Después de un comportamiento positivo
Ayuda a desarrollar habilidades
Planificado y predecible
Fomenta el cambio a largo plazo
Soborno
Se ofrece durante un comportamiento problemático
Puede recompensar accidentalmente un comportamiento problemático
Suele ser una reacción rápida en el momento
Crea soluciones a corto plazo
¿Qué puede hacer?
Intente planificar el refuerzo con antelación. Utilícelo para celebrar cuando su hijo:
Sigue una dirección
Utiliza palabras en lugar de lloriqueos
Prueba algo nuevo
Espera pacientemente
¿Y si te encuentras en un momento difícil? Respira hondo, tómatelo con la mayor calma posible y busca la oportunidad de reforzar el siguiente comportamiento positivo. No estás siendo malo. Estás ayudando a tu hijo a aprender que el comportamiento positivo trae resultados positivos.
Reflexiones finales
El refuerzo es una de nuestras principales herramientas en ABA, y no se trata de "mimar" a un niño. Se trata de enseñarles cómo funciona el mundo: que el esfuerzo, la amabilidad y la comunicación merecen la pena. ¿Y lo mejor de todo? Cuando se utiliza de forma sistemática, el refuerzo ayuda a crear días más felices y tranquilos para toda la familia.