Reforzadores

21.07.21 10:42 AM - Por Cristina Martínez

Desde los tiempos en los que Pavlov1 y Watson2 experimentaban y hacían teoría, la Psicología ha contado con una de sus escasas certezas: Los estímulos generan respuestas que, a su vez, tienen consecuencias. El aprendizaje que se produce al relacionar estos tres elementos ha sido un pilar para todos los profesionales de la ciencia de la mente, al punto de que constituye uno de los principios sobre los cuales se sostiene, lo que se denomina, el condicionamiento operante.

Fue Skinner1 quien primero formuló y sistematizó este concepto, que en esencia se refiere a la posibilidad que encuentra la conducta humana de ser modificada, a partir de la manipulación de sus consecuencias.

Volvamos al inicio y centrémonos en la conducta humana: las consecuencias son el resultado de una respuesta. Cuando un niño pequeño recoge sus juguetes después de jugar, estamos frente a una respuesta. Como padres, nos interesa que nuestro pequeño recoja siempre sus juguetes después de jugar, por lo que lo besamos y alabamos al ver lo que ha hecho. Así, la consecuencia de esta respuesta fue positiva y agradable para el niño. A partir de este momento, es mucho más probable que el niño repita la conducta positiva (recoger juguetes) porque hemos reforzado positivamente su comportamiento.

Nos acercamos entonces al elemento que no ocupa hoy: los reforzadores. Son aquellos eventos que se dan como consecuencia de la conducta y, en el caso de los reforzadores positivos, podemos asociarlos con recompensas o premios. Como puede inferirse, hay muchos tipos de reforzadores: positivos, negativos, primarios, secundarios, tangibles, sociales, manipulables, etc. y responden a las condiciones en las que se aplican y las características del niño con el que se implementan.

Quizás, lo esencial en la elección del mejor reforzador radica, justamente, en las características del niño y de la conducta que se quiere modificar. Es importante que el niño:

Se enganche con el reforzador.

Muestre alegría y deseos de obtenerlo.

Para ello, es imprescindible conocer lo que al niño le gusta, sus intereses y las actividades que más disfruta.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que:
  • La conducta a modificar debe ser especificada, con precisión.
  • Los reforzadores se administran inmediatamente de cada conducta producida.
  • Hay que controlar las contingencias que puedan competir contra la efectividad del reforzador.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) nos impone muchos retos, tanto a los clientes, sus familiares como a los profesionales que nos dedicamos a yudar. Sin embargo, los reforzadores han demostrado ser unos excelentes aliados para gestionar la conducta problemática de los pequeños con TEA y promover las conductas positivas.

Conocer más acerca de estas técnicas y ponerlas en práctica, resulta esencial y, para ello,

centros especializados como ABS ponen a disposición todo su conocimiento y experticia.

¿El fin último? Ayudar a nuestros pequeños con TEA a crecer y ser felices.

Conocer más acerca de estas técnicas y ponerlas en práctica, resulta esencial y, para ello,


centros especializados como ABS ponen a disposición todo su conocimiento y experticia.


¿El fin último? Ayudar a nuestros pequeños con TEA a crecer y ser felices.

Iván Petrovich Pávlov fue un fisiólogo ruso muy conocido por sus experimentos con perros, que dieron lugar a lo que hoy en día se conoce como condicionamiento clásico.


John B. Watson fue considerado una de las figuras más influyentes y decisivas del siglo pasado. Junto a Iván Pávlov, fue uno de los personajes importantes del condicionamiento clásico y fue clave para el desarrollo posterior del condicionamiento operante.


Burrhus Frederic Skinner es una de las figuras históricas más importantes de la Psicología. Desarrollo la teoría del condicionamiento operante y sentó las bases para el desarrollo posterior de la Terapia Cognitivo Conductual.

Bibliografía de referencia:

Bibliografía de referencia:

MacNaul HL, Neely LC. Systematic Review of Differential Reinforcement of Alternative Behavior Without Extinction for Individuals With Autism. Behavior Modification 42(3), 398-421. https://doi.org/10.1177/0145445517740321

Domjam, M. (2010). Principios básicos de aprendizaje y conducta. Madrid: Thomson. https://www.academia.edu/23032435/Principios_de_aprendizaje_y_conducta

Eloisa Arandia

M.S., LMHC, LMFT, BCBA, LBA

Sobre el autor:

Director clínico de ABS

Desarrolla y coordina el programa ABA mediante la realización de supervisiones directas y remotas, la formación del personal y el seguimiento continuo de los servicios. Monitoriza, además, las supervisiones individuales/grupales, en cumplimiento de las normas de la BACB y los protocolos de la Agencia. Durante más de 20 años ha apoyado a innumerables niños, adultos y sus familias.

Eloisa Arandia

M.S., LMHC, LMFT, BCBA, LBA

Sobre el autor:

Director clínico de ABS

Desarrolla y coordina el programa ABA mediante la realización de supervisiones directas y remotas, la formación del personal y el seguimiento continuo de los servicios. Monitoriza, además, las supervisiones individuales/grupales, en cumplimiento de las normas de la BACB y los protocolos de la Agencia. Durante más de 20 años ha apoyado a innumerables niños, adultos y sus familias.

Cristina Martínez