Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA
Coautora: Ariadna Martin,
MS
Despedirse de un cliente
Decir adiós a un cliente y a una familia con los que hemos trabajado durante mucho tiempo puede ser difícil. A menudo, nuestros clientes son muy jóvenes y les vemos crecer y desarrollarse gracias a nuestro trabajo como proveedores de ABA.
Otras variables naturales, como la iniciación escolar del cliente, pueden influir en la reducción de las horas de terapia, así como acontecimientos como el traslado fuera de la zona de servicio o muchas otras circunstancias que determinan la finalización de los servicios. Sin embargo, independientemente de las circunstancias aleatorias que influyan en la reducción o finalización de los servicios, hay acontecimientos que sin duda determinarán la despedida. El primero es que hayamos hecho bien nuestro trabajo y nuestro cliente haya logrado avances significativos, de modo que se hayan alcanzado los máximos beneficios terapéuticos. El segundo es que el seguro espera que así sea y exigirá esas pruebas.
En ese momento, tanto el equipo que presta los servicios ABA como la propia familia deben estar preparados, y esa preparación debe comenzar incluso desde el proceso de admisión.
Plan de alta
Plan de alta
En el contexto del Análisis de Conducta Aplicado (ABA), el alta se refiere al proceso de finalización o interrupción de los servicios para un cliente. Suele incluir información sobre el progreso del cliente, los objetivos alcanzados y recomendaciones para futuros cuidados. Los criterios específicos del alta pueden variar en función de los requisitos del seguro, las políticas del proveedor y las necesidades individuales del cliente. Estos son algunos componentes clave que pueden incluirse en un plan de alta:
Resumen de avances y logros:
Resumen detallado del progreso del cliente durante la terapia ABA: objetivos específicos alcanzados, mejoras conductuales y cambios significativos.
Datos sobre la adquisición de habilidades, la reducción de conductas desafiantes y el funcionamiento general.
Recomendaciones para la transición:
Especificación de los pasos previos y posteriores al alta. ¿Continuará el cliente con servicios menos intensivos, pasará a una terapia diferente o dejará de recibir ABA?
Si procede, recomendación de otros servicios o intervenciones que puedan ser beneficiosos (por ejemplo, logopedia, terapia ocupacional).
Estrategias de mantenimiento:
Esto implica proporcionar a los cuidadores herramientas, recursos y técnicas para reforzar las habilidades aprendidas, además de la formación continua ya proporcionada.
El mantenimiento incluye la práctica continua, actividades de generalización y formas de incorporar los principios ABA a las rutinas diarias.
Plan de apoyo conductual:
Incluye estrategias para manejar comportamientos desafiantes sin terapia ABA intensiva.
Contactos de emergencia y gestión de crisis:
Incluye información de contacto de emergencia para situaciones de crisis y describe los pasos a seguir si estos comportamientos se intensifican o si el cliente experimenta angustia.
Calendario de seguimiento:
Citas de seguimiento o revisiones periódicas para evaluar los progresos tras el alta.
Decir adiós
Decir adiós
Puede sonar más suave si hablamos del proceso de transición del cliente, en lugar de terminación de los servicios, y así aliviamos la dificultad de decir adiós. Lo cierto es que, para cada cliente, la terapia ABA llegará a su fin y definirlo claramente desde el principio no sólo es aconsejable, sino crucial. Es extraordinario formar parte del viaje que supone ayudar a un cliente a alcanzar sus objetivos. Como proveedores de ABA, celebramos cuando nuestros clientes han llegado a un punto en el que ya no necesitan nuestros servicios porque han hecho progresos significativos. Es un testimonio de su duro trabajo, su resistencia y el apoyo dedicado que han recibido. Aunque puede marcar el final de nuestra relación profesional, también es un hito que nos llena de alegría al ser testigos de su nueva independencia y su éxito.
