Por: Cristina Martínez
M.B.A, M.S, BCBA, LBA
Coautora: Ariadna Martin,
MS
Horario de verano
Es verano y también tiempo de viajar, disfrutar y divertirnos con nuestros hijos. Encontrar lugares de vacaciones que se adapten a todos puede ser un reto en cualquier circunstancia, y puede pensarse que la tarea es aún más compleja para las familias con miembros neurodivergentes. Sin embargo, desde la perspectiva de muchas familias, ir de vacaciones con niños autistas (o neurodivergentes) puede ser una experiencia gratificante con la preparación y la planificación adecuadas. Quizá la clave esté en no ceñirse a un patrón vacacional típico y, en su lugar, abrazar las necesidades únicas durante el proceso de planificación, permitiendo flexibilidad y nuevas experiencias.
Hemos propuesto algunos consejos que pueden servir para ayudar a las familias a organizar sus planes de verano, sin pretender que todos los cumplan a rajatabla. Siempre es importante tener en cuenta que cada niño y cada familia son felizmente únicos, y que el éxito radica en ajustar todas las recomendaciones a cada situación particular:
Antes del viaje:
Investigue los destinos: Elige un destino que sea, por ejemplo, apto para autistas. Algunos lugares ofrecen atracciones y alojamientos adaptados a las necesidades sensoriales de nuestros hijos.
Prepare a su hijo: Puede utilizar historias sociales u horarios visuales para ayudar a su hijo a entender lo que le espera. Enséñele fotos del destino y háblele de las actividades que vais a hacer.
Prepare a los miembros de la familia: Ayuda a los familiares que vayan a compartir la experiencia a comprender las particularidades de tu hijo, sobre todo si también son jóvenes, para fomentar la comprensión, la empatía y unas habilidades de comunicación eficaces.
Planifique las necesidades sensoriales: Ten en cuenta las sensibilidades sensoriales de tu hijo. Llévale objetos que le reconforten, como auriculares con cancelación de ruido, juguetes favoritos o herramientas para juguetear. Dale la oportunidad de participar en la organización y selección de estos objetos.
Piense en lugares que ofrezcan actividades acuáticas: La natación o las actividades en la playa pueden ser increíblemente beneficiosas y agradables para nuestros hijos, ya que proporcionan estimulación sensorial, ejercicio físico y oportunidades de interacción social.
Durante el viaje:
- Llegue pronto: Llegue pronto a los aeropuertos, estaciones de tren u otros puntos de salida para evitar el estrés de las prisas. Si es posible, considera la posibilidad de utilizar tu propio medio de transporte.
- Artículos de confort y distracciones: Tenga a mano artículos de consuelo y tentempiés durante el viaje. Los artículos familiares pueden ayudar a calmar a tu hijo.
En el destino:
Rutina: Intente mantener una rutina similar a la que su hijo está acostumbrado en casa. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.
Espacios tranquilos: Identifique zonas tranquilas donde su hijo pueda tomarse un descanso si se siente abrumado.
Comunique sus necesidades: Informe al personal de las atracciones y alojamientos sobre las necesidades de su hijo. Muchos lugares están dispuestos a atender peticiones especiales.
Ritmo: No programes tus días en exceso.
Permanezca atento: No pierdas de vista a tu hijo durante las interacciones y actividades, esto puede ayudar a garantizar su seguridad y comodidad.
Afortunadamente, en la actualidad hay muchas ciudades, hoteles, parques y restaurantes amigos del autismo, lo que incluye la preparación del personal de las distintas áreas para contribuir al bienestar de muchas familias diferentes. Adoptar nuevos estilos de viaje podría garantizar un merecido descanso a padres y cuidadores, a la vez que abriría la puerta a nuevas aventuras que de otro modo no se habrían planteado.
